Fomentando una sana alimentación infantil

Como padres, alguna vez hemos tenido «sobre la mesa» el tema de la alimentación infantil. Hoy queremos contarte un poco al respecto:

Durante el desarrollo de los niños, la alimentación infantil adecuada siempre trae consigo preguntas por parte de los padres o cuidadores, ¿qué consumir en casa? ¿en qué tiempo? ¿pueden comer dulce? ¿qué se debe aceptar? entre otras. Estos interrogantes no sólo se hacen presentes en la infancia, también aparecen en la adolescencia; donde el interés por la apariencia física, lo social y familiar, repercuten directamente en la ingesta de alimentos.

Dado lo anterior, es importante cuestionarnos más allá de si es o no una ingesta adecuada. Podemos empezar con interrogantes como, por ejemplo: ¿cómo logramos que nuestros hijos e hijas puedan tener una relación sana con los alimentos? inicialmente, debemos entender el proceso por el que se encuentran los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) de acuerdo con su edad y momento de vida. Es importante tener en cuenta estas variables, porque de ello depende la relación que tengan establecida con los alimentos o la que pronto establecerán.

Con frecuencia, los NNA empiezan a pertenecer a grupos sociales, a observar el comportamiento de sus familiares y amigos. Esto se vuelve tan vital, que lo que observan y escuchan por parte de los diferentes grupos mencionados anteriormente, empieza a orientar sus creencias sobre la estética, la apariencia física, el ideal de belleza y los alimentos que deben consumir o no. Es aquí donde la relación con la comida puede aparecer o desaparecer y ser peor o mejor, dependiendo de lo que se trasmite y se interioriza.

La alimentación infantil y nuestro papel como padres

Teniendo en cuenta esto, el papel como padres, madres o cuidadores, se convierte en una escena importante en la vida de los NNA pues, hacen parte del primer encuentro más cercano y significativo, que estos tienen con relación a la comida, desde la primera ingesta al nacer, hasta que sean adultos independientes, ya que lo que se enseña sobre los alimentos y los comentarios que se hacen en presencia de los NNA sobre el aspecto físico, les acompañarán toda su vida.

A continuación, menciono pautas dirigidas a padres, madres y cuidadores que permitirán transmitir desde una perspectiva sana, acogedora y sobre todo educativa una relación saludable con los alimentos:

  • Evita referirte a los alimentos como “buenos” o “malos”: deshazte de palabras que puedan influenciar un alimento, como “engorda o adelgaza”, “basura o comida basura”. No subestimes la importancia de esto.
  • No opinar sobre los cuerpos de los demás, ni agredir verbalmente tu cuerpo delante de ellos. Los niños y niñas observan, escuchan y experimentan todo, así como opinarán o hablarán del cuerpo de los demás. Además, también harán lo mismo con su propio físico. Mejor, instruir sobre la morfología y cómo cada cuerpo es diferente y único.
  • No entables conversaciones con ellos sobre dietas, restricciones de alimentos y el aspecto físico de personas. Esto promueve la construcción de un ambiente en donde el aspecto físico no será tan relevante.
  • Evitar una vida a base de dietas estrictas: si uno de los padres está siempre a dieta, eliminando grupos enteros de alimentos, evitando los “alimentos que engordan”, o haciendo comidas especiales a la hora de la cena
    (comidas diferentes a las que los NNA puedan comer), los niños crecerán pensando que eso es sano y normal.
  • Acompañamiento profesional: acudir a un nutricionista especializado en infancia si observamos alguna dificultad biológica/nutricional en los niños.
  • Hablar sobre lo que se ve en las redes sociales: diariamente los padres y los hijos consumen bastante información referente a los alimentos y cuerpos ideales que posiblemente no sea real. Explicarles sobre la imagen que se ve en las plataformas no necesariamente es lo saludable o lo “normal”.

Eres parte fundamental de la alimentación infantil.

Para concluir, desde una perspectiva consiente y significativa, una relación saludable con la comida es alimentarse con libertad sin miedo a juicios, sin necesidad de culpa por las etiquetas que tengan ciertos alimentos y disfrutar de lo que se está ingiriendo, puesto que la alimentación también cuenta con una dimensión emocional y tenerla presente evita complicaciones como la anorexia, labulimia, atracones, obesidad, baja autoestima, bajo autocontrol, entre otros. Por lo cual, se invita a pensarse sobre cómo se está transmitiendo a los hijos la idea de
una alimentación sana. Por ello, no necesariamente tiene que haber una relación directa entre la comida y el aspecto físico.

Lina María Garcés
Psicóloga Sección Primary

 

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